miércoles, 4 de julio de 2018

De Promaucaes a Puerto Nuevo


4.-“ENCOMIENDAS” y “DOCTRINAS”

“La Encomienda consistía en entregar un grupo  de indios a un capitán español, el cual debía percibir el tributo que el aborigen, como súbdito del monarca español debía pagar a éste.  Era pues la encomienda, una merced que el rey hacía al español para que cobra ra, en su nombre, los tributos de los indígenas y como el indio era po-bre y no tenía posibilidad de pagar en dinero el tributo, debió pagarlo en trabajo. Así, la encomienda que había nacido como tributo, se transformó a poco andar en una institución de servicio personal. De ese modo, el español no pagaba por el trabajo realizado y solo debía dar al indio,lo que la legislación consignaba.
La encomienda era concedida en un principio por el Goberna-dor y después necesitó confirmación real, la po sesión de ellas  no solo significó riqueza a los españoles si-no que además brillo social, por-que la encomienda es el primer núcleo de donde saldrá la clase social dominante en Chile.
La encomienda era otorgada por dos vidas, es decir, para el titular y su inmediato heredero. Después era declarada vacante y concedida a un nuevo benemérito. En la práctica, las familias se suce-dieron en su goce durante muchas generaciones, pues el nieto pedía la encomienda de su abuelo, aduciendo los méritos acumulados por sus antepasados.
El titular de una encomienda estaba obligado a dar a los in-dios  vestidos y sustentos cuando trabajaban en sus minas. En los pue blos debía tener un clérigo, para que los adoctrinara y les enseñara el catecismo, cumpliendo con el plan evangelizador de España.
La poca importancia económica que tuvo en el siglo XVIII la encomienda, permitieron que don Ambrosio O’Higgins las aboliera casi a fines del período colonial.
MERCED DE TIERRA, consistía en que el Gobernador, el Cabildo o el propio Rey entregaban a un español la propiedad de una porción de tierra para su gozo y dominio de él y sus descendientes. En las ciudades el Cabildo repartió solares y chacras. A cada poblador se le asignaba un solar donde construir su casa y también a la mayoría se les repartía en los alrededores de la ciudad, una porción de tierra de 2, 3 o 5 cuadras, que constituían una chacra y que les servía para la cría de animales en poca cantidad y para la agricultura menor de los primeros tiempos, hortalizas y árboles frutales en su mayoría.
Fuera de los límites de las ciudades, el Gobernador repartió estancias y haciendas, muchas de las cuales  alcanzaron grandes proporciones en las cuales el agraciado tenía pleno derecho de pro-piedad, pudiendo transmitirlas indefinidamente a sus herederos, po-día donarlas o enajenarlas. La mayor parte de las veces las conce-siones se limitaban a señalar en forma muy general los límites de la tierra, a veces resultaban ser 200 cuadras, otras, más de  1.000, y  al-gunas propiedades abarcaban un valle completo.
La gran propiedad se formó sobre la base de las antiguas mercedes de tierra, a lo que los propietarios agregaron las tierras de las estancias que no tenían propietarios. Sumemos las compras que hicieron de todos los minifundos de los alrededores  y las compras a otros dueños de estancias cercanas.
A fines del siglo XVII y en la primera mitad del si-glo XVIII, se consolidó la gran propiedad gracias a la ex portación de trigo. Así nacieron los mayorazgos, verdaderos señores feudales-. (LA ECONO-MÍA COLONIAL Julio Retamal Avila.  Ed Salasiana.1980.)
“El  sentido de la colonización española, fue esen-cialmente religioso, cristiano. Ella tuvo sus fundamentos en las fuerzas políticas representadas por la monarquía y en las fuerzas morales de la iglesia católica.
                Los vocablos evangelizar, doctrina y misionar, se identifican con los conceptos civilización y cultura, la iglesia católica civilizó evangelizando y educó cristianizando”(Dr. Edgardo Cabello Branott. DE RAPEL A TOPOCALMA).
            En los primeros años del siglo XVIII, las órdenes re-ligiosas  fue ron los principales agentes culturales. Desde el siglo XVI existían en Chile cinco congregaciones, a saber: MERCEDARIOS,(1549);FRANCISCANOS(1552);DOMÍNICOS (1557) ; JESUÍTAS (1559)  y AGUSTINOS (1595).
            La iglesia, para evangelizar, necesitaba que los natu-rales estuvieran reunidos permanentemente y no dispersos como era su vida habitual. Para eso creó los PUEBLOS DE INDIOS Y LAS DOCTRINAS.
            La preocupación de las autoridades españolas, civi-les y eclesiásticas, era solucionar la propiedad de la tierra y evangelizar a los naturales, pues estos vivían ocupando tie-rras que no les pertenecían, recolectando los productos naturales del campo, mares y ríos; hacer algunas siembras y algo de caza.
            La Corona española tenía especial interés en solu-cionar este problema. Se pretendió crear pueblos de indios mediante la asignación a cada individuo de un trozo de suelo y la entrega de tierras que serían aprovechadas en común por todos los componentes del pueblo. La cantidad de las tierras de la comunidad dependía del número total de indios del pueblo.
            Entre estos pueblos estaban RAPEL Y PUCALÁN.
En 1585, el Obispo de Santiago, el franciscano Diego de Medellín, informaba al rey de los diversos pueblos de indios que había en territorio de su jurisdicción, con un total de 47, entre ellos: RAPEL; Colchagua; Peumo; Vichu- quén; Nancagua; Copoquén; Malloa; Tagua-Tagua; Melipi-lla y Pomaire.
Entre los años 1599 y 1631, se entregaron 475  conce siones. Sus tamaños eran variables entre las 100 y las 3.ooo cuadras. Entre los agraciados (soldados, conquistadores y colonizadores),  también  había sacerdotes, indígenas y mu jeres. Entre los años 1602 y 1637, existían MERCEDES  DE TIERRA en manos de los siguientes individuos:
(1).-JERÓNIMO DE MOLINA HERRERA, (Capitán, Co-rregídor de Santiago de Chile. Nació en 1536 en Almagro, Ciudad Real, La Mancha, España.  Hijo de  Carlos Her-nando Molina Villarreal y de Elvira Herrera. Casado con Francisca Gómez-Pajuelo Parraguez.-Padre de Hernando (1572).(médico); Juan,1583;(Corregidor); Luis (1590), (sacerdote); Francisco,(1594) ; Úrsula; Isabel; Melchora, y Jerónima. Falleció  (67) en 1603 en Santiago de Chile.
En el libro “VALPARAÍSO, ADUANA, COMERCIO. de Freddy Lemus L. 1970) se puede leer lo siguiente:  “ De nue-vo el puerto es testigo con Oliverio van Noort,quien el 28 de marzo de 1600 entró al surgidero, hallando tres barcos, uno de ellos “Los Picos” de 160 toneladas, después de saquearlos los quemó. No obstante el ca-pitán Jerónimo Molina Parraguez, que ya tenía experiencia luchando contra piratas, salió de la capital con un escuadrón de caballería y apresó al navío “Felinote” que se encontraba anclado en la bahía. La batería del castillo de San Antonio, no abrió fuego”. (pags. 23 -24).
(2).-JUAN GARCÍA DEL PULGAR;
(3).-FRANCISCO LUIS RECALDE;;
(4).-PEDRO DE RECALDE ARRANDOLAZA.Nació en 1569 en Villa Azcoitia.Guipuzcoa.España.Hijo de Antonio Arrandolaza Zabaleta y de Ana María Martínez de Recal-de. Casado con MARÍA NÚÑEZ DE FONSECA DE SILVA Hijos: Pedro (1621); Antonio (1623)  Ana Francisca (1625), y Lorenzo (1629).
En el mismo texto de Freddy Lemus, encontramos la siguiente nota:El último corsario que atacó a  Valparaíso fue Joris van Spilber gen en 1615.El almirante holandés solamente encontró un buque: el  “San Agustín”, que el corregidor Pedro de Recalde, quien estaba en-cargado de la defensa del puerto, ordenó  encallar e incendiar a fin de que no cayera en manos de los corsarios…….Spilbergen desembarcó con 200 hombres, trabándose entre ellos y la guarnición comandada por Recalde, en un reñido combate cuyo resultado terminó en la reti-rada de los asaltantes. La flotilla compuesta de los buques “Gran Lu-na ” , “Eolo” y “Estrella Matinal”, hizo velas con rumbo a Quintero.
(.-(pags. 24-25).
(5).-JERÓNIMO DE NÚÑEZ;
(6).-JUAN DE QUIROGA;
(7).-ALVAR SÁNCHEZ DE AMAYA;
(8).-CATALINA NÚÑEZ DE ESTRADA.
En 1606, Lorenzo Núñez obtuvo 4.000 cuadras en Rapel, siendo las más extensas que se otorgaron en Chile y consta en los archivos notariales. Prácticamente fue dueño de toda  la costa de Rapel
El historiador CARLOS VALENZUELA SOLÍS DE OVANDO, en su libro HISTORIA DE COLCHAGUA”,escribe   lo siguiente:
          “Jerónimo de Molina, industrial de ingente fortuna que ha-bía  sido Capitán y Corregidor en Santiago, en 1602 pidió y obtuvo  mil cuadras en Pucalán, tierras que pese a ser de “rulo”, se presta-ban admirablemente para la crianza de cabras y ovejas, que pos-teriormente eran sacrificadas y transformadas en  cecinas, carnes sa-ladas (charqui) ,cueros y cordobanes(cordones) (pieles o cueros de cabras utilizados como materia prima para la confección de calzado y envases para transportar agua o vino), ya que su comercio se fun-damentaba en la exportación de esas materias),las que exportaba desde Valparaíso hacia el Perú”.
La posesión de Pucalán le permitía este comercio a través del llamado “camino de los costinos”, que partiendo de Bucalemu (balneario costero de la actual Sex-ta Región, ubicado a 34 kms. al sur de Pichilemu), pasaba por Rosario de lo Solís (hoy Litueche) ;(San Vicente de) Pucalán; Rapel; Bucalemu;; Santo Domingo, Llolleo, Malvilla, Casablanca, para llegar a Valparaíso.
Según algunos historiadores, el viaje de ida y regre so demoraba 43 días (un animal no podía avanzar más de 20 kms. por día).
Este largo recorrido del “camino de los costinos” era constantemente transitado por recuas de mulas que llevaban cargas de cuero, cebo y otros productos de exportación. El uso de estas mulas se hizo tan común,que Chile terminó exportando gran cantidad de ellas a Bolivia para que bajaran los minerales desde Potosí hacia Arica.
Estas tropillas de mulas eran más prácticas para largas distancias y eran compuestas, normalmente, por  12 bestias que llevaban una yegua punteadora portando un cencerro colgando del cuello cuyo sonido orientaba y guiaba al resto. Era impresionante ver estas hileras de mulas una detrás de otra siguiendo su camino como una fila de hormigas que cargan grandes pesos.”(Carlos Valenzuela Solís de Ovando).
Otra propietaria  de tierras en esta zona fue  doña  Marta Verdugo, quien juntó 21 títulos en  Rapel, Topocal-ma ,Pucalán  y otras localidades.
El capitán LORENZO NÚÑEZ DE SILVA, había obte-nido cinco mercedes de tierra y compró otras 10 juntando en total 14.000 cuadras que comprendían todas las tierras de Rapel,Topocalma, Pucalán, Pailemu y Coyapiuquén.
Una hermana de Lorenzo Núñez de Silva obtuvo 1.500  cuadras en la localidad de Rapel.
A fines del siglo XVI y principios del XVII, la apari-ción de plata en las minas de Potosí, transformó la econo-mía del cono sur de América: el Virreinato del Perú, con-vertido en un gran productor de metales preciosos. La de-manda de Perú que trató de cubrir Chile, consistía en ali-mentos como ce-reales y frutas secas, vino y aguardiente, pero principalmente fueron los productos de la ganadería los favorecidos: cueros, vellones, sebo, cordobanes y char-qui. “A los propietarios solo les interesaban los cueros y el sebo, la carne solo, lo que podían salar y hacer charqui, el resto era quemado para que no se descompusiera”.
El padre jesuita, Diego de Rosales cuenta que los chi lenos “hacen grandes matanzas de vacas, carneros,ovejas   y cabras, por el pellejo de éstos para los cordobanes, y por el sebo de los otros, dejando infinitas vacas, ovejas y car-neros muertos en la campiña, sin aprovechar la carne, sa-ando sólo algunas pocas y quemando lo demás o dejando-la podrir, sacando solo el sebo y la grasa”.
Chile exportó cordobanes y la industria del cuero fue durante todo el siglo una industria en alza. Las cur-tiembres aparecieron por todas partes y cada hacienda, villa o lugar, estaba lleno de pequeños establecimientos en los cuales se procesaba el cuero para convertirlo en cor-dobanes, badanas y suelas
Los cueros componían el más importante rubro de exportación. Se usaban para confeccionar monturas, cal-zado, bridas, arneses, talegas, petacas,Los cueros se expor taban pelados o curtidos, como suela o badana según fue- ran de vacuno de ovejas, sólo los de  cabras, que eran del-gados y flexibles se llamaban cordobanes. Los pellones eran usados como alfombras o  frazada, para defenderse del frío del invierno. El charqui constituía el alimento fun-damental en los distritos mineros alejados de las regiones agrícolas y con escasa fertilidad en sus suelos”

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