domingo, 7 de marzo de 2021

De Promaucaes a Puerto Nuevo

16.-EL PUERTO ARTIFICIAL DE SAN ANTONIO.
 

“El 30 (agosto 1846), a causa de una neblina muy espesa, nos pasamos del Huasco y tuvimos que perder como diez horas en volver atrás para encontrarlo. Este no es puerto, ni es abra, ni es caleta, ni es nada. En él se divisan, en grupitos sobre unos cerros bajos y áridos, unas malas casuchas que así hacen las veces de bodegas como las de habitaciones. Pueden caber tres poblaciones del puerto Huasco en lo que era el año 1838, puerto de San Antonio de las Bodegas”(“RECUERDOS DEL PASADO.1814-1860”.-Vicente Pérez Rosalez,-pag.170)

“El puerto artificial de San Antonio, nacido a la vida por la imperiosa necesidad de cubrir las necesidades de la zona central, la más poblada del país, ha llenado ampliamente su cometido, facili-tando en forma admirable el desarrollo comercial, industrial y agrí-cola de esta extensa región. Está llamado a ir creciendo día a día para beneficio de una gran masa de población”.

Así iniciaba el periódico “LA VOZ DEL PUERTO” DE SAN ANTONIO,( edición especial.1935), un reportaje lau-datorio del naciente puerto.

En sus primeros años, el puerto, propiamente tal, se manejaba en su parte fiscal, por medio de una ADMINISTRACIÓN dependiente directamente del Departamento de Obras Maritimas, que ,a su vez, dependía del Ministerio de Defensa Nacional, Subsecretaría de Marina.

El DIRECTOR DE OBRAS MARÍTIMAS (1905-1912) RUBÉN DÁVILA IXQUIERDO (1880-1939), prestó en todo momento al progreso de las obras portuarias de San Anto nio, el valioso aporte de su gran inteligencia y sagacidad, dándole a la parte técnicas y administrativa, la importan- cia que merecían.

Como dato curioso y digno de destacarse, se debe de jar constancia que para esa obra de uniformidad (DIRECTI-VA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN DE PUERTOS),se tomó co-mo modelo el sistema de contabilidad establecido en la Ad-ministración del puerto de San Antonio por don Rubén Dá-vila, lo que le dio un tinte de orgullo al recordar su paso y su desempeñó en el puerto. Para el éxito de su plan, contó con la valiosa ayuda de don Pedro Lira Orrego, jefe de la Sección Contabilidad y del ex contador del puerto de San Antonio, Federico Fischer,posteriormente Contador Gene-ral del citado Departamento de Obras Marírtimas del país.

Don RUBÉN DÁVILA IZQUIERDO, nació el 8 de Octubre de 1880 en San Bernardo. Hijo de José Benjamín Dávila Larraín (1854-1899) y de Ana Luisa Izquierdo San-fuentes (+1926).

Cursó sus estudios secundarios en el Liceo de Aplicación y los superiores en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, obreniendo su título de Ingeniero Civil en 1906.

Desde el comienzo de su carrera profesional, demos-tró una vasta y sólida preparación técnica la que puso al ser vicio de importantes obras públicas, especialmente maríti- mas, donde su labor adquirió singular relieve. Fue Ingeniero Jefe de la Comisión de Puertos (1913) y posteriormente Jefe del Departamento de Obras Marítimas, correspon-diéndole organizar la construcción de los puertos de Valpa-raíso, Antofagasta, Iquique, SAN ANTONIO, Puerto Montt y otros.

Desempeñó también los cargos de Ingeniero del Ferrocarril Trasandino por Uspallata e Ingeniero Jefe de Tasaciones de la Municipalidad de Santiago.

Se casó con Amelia Echaurren Orrego, con quien tuvio 6 hijos/as : María, Luis, Sergio, Luz, Rubén y Hernán, todos Dávila Echaurren.

Su actuación en la administración pública se caracterizó siempre por la preparación, dedicación y rectitud ejemplar que supo demostrar durante el desempeño de sus funciones. Por otra parte las cualidades excepcionales de su carácter, hicieron de él, un jefe respetado, conquistán-dose sentimientos de afecto y simpatía de cuantos lo, conocieron.

Fue en 1912-1913 y 1914-1919, Director del Instituto de Ingenieros de Chile.

Fue también Miembro Correspondiente de la Socie-dad Científica Argentina y Profesor de Hidráulica Maritima de la Universidad de Chile.Falleció el 12 de Marzo de 1939 en Viña del Mar. Desde la iniciación de las obras portuarias fúndamentales, (trabajo ejecutado por la Casa Galtier), tuvo la supervigilancia y dirección técnica fiscal de ellas, el ingenie ro EDUARDO REYES COX,quien fue el PRIMER DIRECTOR FISCAL DE LAS OBRAS DEL PUERTO DE SAN ANTONIO, (1912-1918).

“Las obras fundamentales, construidas sobre base de roca, fueron en su tiempo y aun hoy lo son, un orgullo de la ingeniería moderna y se deben a la sagacidad y experiencia del distinguido Ingeniero don ECUARDO REYES COX”.

Le sucedió en el cargo en septiembre de 1918, don JAVIER HERREROS VERGARA, segundo Director Fiscal de las Obras del Puerto de San Antonio (1918-1921).Fue Miem- bro Académico de la Facultad de Ciencias Física y Matemá-ticas de la Universidad de Chile. Gran orador y articulista. Uno de sus más importantes trabajos, dedicado a recor-dar la memoria del profesor José Ignacio Vergara Urzúa y su relación con el Observatorio Astronómico Naciona,l fue la pieza oratoria central del homenaje realizado en el Sa-lón de Honor de la Universidad de Chile, el día 26 de noviembre de 1942.

En abril de 1925, hizo noticia al enfrentarse en una ácida polémica con don Domingo Casanova O., a raíz del derrumbe ocurrido en el Molo Norte del puerto de San Antonio. Don Javier Herreros continuó las faenas de la cons-trucción, paralizadas durante varios meses al terminar el contrato de la compañía holandesa. En agosto de 1922 fue ascendido a Ingeniero Jefe o Administrador del puerto de Valparaíso. Debido al fallecimiento del Ingeniero don Ra-món Nieto, que tenía a su cargo la vigilancia del contrato de construcción de las obras de Valparaíso, se vio obligado a ser Jefe de los dos puertos a un mismo tiempo, viajando semanalmente a Valparaíso donde se radicó definitivamente en octubre de 1922, desempeñando la Administración de ese puerto, hasta mediados de 1927,pasando después a car-go de la Aduana hasta 1931.

En San Antonio, durante su administración, se cons truyeron las prolongaciones del Molo Sur y Espigón y un nuevo espigón al lado Norte hasta donde las profundidades del mar se lo permitieron económicamente Se construye-ron también ,el Malecón del Molo y el primer piso de sus bodegas y la casa de máquinas para la fuerza motriz propia que se instaló junto con toda la red eléctrica y las primeras grúas de este sistema, después de haber instalado antes, la de “vapor” con que se inició la explotación del Espigón, pa ra ampliar la explotación de Puertecito, única que existía a su llegada a ésta. Por contrato se hicieron durante su admi-nistración, la bodega y la carbonera, anexas al Espigón.En obras accesorias, se hicieron las instalaciones de todas las vías férreas que dieron origen a la Estación de Barrancas, pues antes Puertecito se servía desde la Estación de San Antonio.

También se hizo la instalación de los servicios de agua potable en los muelles y malecones y el señalamiento del puerto con luces, faros y arenas.

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