4.-“ENCOMIENDAS” y “DOCTRINAS”
“La Encomienda consistía en entregar un grupo
de indios a un capitán español, el cual debía percibir el tributo que el
aborigen, como súbdito del monarca español debía pagar a éste. Era pues la encomienda, una merced que el rey
hacía al español para que cobra ra, en su nombre, los tributos de los indígenas
y como el indio era po-bre y no tenía
posibilidad de pagar en dinero el tributo, debió pagarlo en trabajo. Así, la
encomienda que había nacido como tributo, se transformó a poco andar en una
institución de servicio personal. De ese modo, el español no pagaba por el
trabajo realizado y solo debía dar al indio,lo que la legislación consignaba.
La encomienda era concedida en un principio por el
Goberna-dor y después necesitó confirmación real, la po sesión de ellas no solo significó riqueza a los españoles
si-no que además brillo social, por-que la encomienda es el primer núcleo de
donde saldrá la clase social dominante en Chile.
La encomienda era otorgada por dos vidas, es decir,
para el titular y su inmediato heredero. Después era declarada vacante y
concedida a un nuevo benemérito. En la práctica, las familias se suce-dieron en
su goce durante muchas generaciones, pues el nieto pedía la encomienda de su
abuelo, aduciendo los méritos acumulados por sus antepasados.
El titular de una encomienda estaba obligado a dar a
los in-dios vestidos y sustentos cuando
trabajaban en sus minas. En los pue blos debía tener un clérigo, para que los
adoctrinara y les enseñara el catecismo, cumpliendo con el plan evangelizador
de España.
La poca importancia económica que tuvo en el siglo
XVIII la encomienda, permitieron que don Ambrosio O’Higgins las aboliera casi a
fines del período colonial.
MERCED DE TIERRA, consistía en que el Gobernador, el Cabildo o el propio
Rey entregaban a un español la propiedad de una porción de tierra para su gozo
y dominio de él y sus descendientes. En las ciudades el Cabildo repartió
solares y chacras. A cada poblador se le asignaba un solar donde construir su
casa y también a la mayoría se les repartía en los alrededores de la ciudad,
una porción de tierra de 2, 3 o 5 cuadras, que constituían una chacra y que les
servía para la cría de animales en poca cantidad y para la agricultura menor de
los primeros tiempos, hortalizas y árboles frutales en su mayoría.
Fuera de los límites de las ciudades, el Gobernador
repartió estancias y haciendas, muchas de las cuales alcanzaron grandes proporciones en las cuales
el agraciado tenía pleno derecho de pro-piedad, pudiendo transmitirlas
indefinidamente a sus herederos, po-día donarlas o enajenarlas. La mayor parte
de las veces las conce-siones se limitaban a señalar en forma muy general los
límites de la tierra, a veces resultaban ser 200 cuadras, otras, más de 1.000, y
al-gunas propiedades abarcaban un valle completo.
La gran propiedad se formó sobre la base de las antiguas mercedes de tierra, a lo que los propietarios
agregaron las tierras de las estancias que no tenían propietarios. Sumemos las
compras que hicieron de todos los minifundos de los alrededores y las compras a otros dueños de estancias
cercanas.
A fines del siglo XVII y en
la primera mitad del si-glo XVIII, se consolidó la gran propiedad gracias a la
ex portación de trigo. Así nacieron los mayorazgos, verdaderos señores feudales-. (LA ECONO-MÍA COLONIAL Julio Retamal Avila. Ed Salasiana.1980.)
“El sentido de
la colonización española, fue esen-cialmente religioso, cristiano. Ella tuvo
sus fundamentos en las fuerzas políticas representadas por la monarquía y en
las fuerzas morales de la iglesia católica.
Los vocablos evangelizar,
doctrina y misionar, se identifican con los conceptos civilización y cultura,
la iglesia católica civilizó evangelizando y educó cristianizando”(Dr. Edgardo Cabello Branott. DE RAPEL A TOPOCALMA).
En los
primeros años del siglo XVIII, las órdenes re-ligiosas fue ron los principales
agentes culturales. Desde el siglo XVI existían en Chile cinco congregaciones,
a saber: MERCEDARIOS,(1549);FRANCISCANOS(1552);DOMÍNICOS
(1557) ; JESUÍTAS (1559) y AGUSTINOS (1595).
La iglesia, para evangelizar, necesitaba que los natu-rales
estuvieran reunidos permanentemente y no dispersos como era su vida habitual.
Para eso creó los PUEBLOS DE INDIOS Y LAS DOCTRINAS.
La preocupación de las autoridades españolas, civi-les
y eclesiásticas, era solucionar la propiedad de la tierra y evangelizar a los
naturales, pues estos vivían ocupando tie-rras que no les pertenecían,
recolectando los productos naturales del campo, mares y ríos; hacer algunas
siembras y algo de caza.
La
Corona española tenía especial interés en solu-cionar este problema. Se
pretendió crear pueblos de indios mediante la asignación a cada individuo de un
trozo de suelo y la entrega de tierras que serían aprovechadas en común por
todos los componentes del pueblo. La cantidad de las tierras de la comunidad dependía
del número total de indios del pueblo.
Entre
estos pueblos estaban RAPEL Y PUCALÁN.
En 1585, el Obispo de Santiago, el franciscano Diego
de Medellín, informaba al rey de los diversos pueblos de indios que había en
territorio de su jurisdicción, con un total de 47, entre ellos: RAPEL; Colchagua; Peumo; Vichu- quén; Nancagua; Copoquén; Malloa;
Tagua-Tagua; Melipi-lla y Pomaire.
Entre los
años 1599 y 1631, se entregaron 475
conce siones. Sus tamaños eran variables entre las 100 y las 3.ooo
cuadras. Entre los agraciados (soldados,
conquistadores y colonizadores), también había sacerdotes, indígenas y mu jeres. Entre
los años 1602 y 1637, existían MERCEDES DE TIERRA en manos de los siguientes individuos:
(1).-JERÓNIMO DE MOLINA HERRERA, (Capitán, Co-rregídor de
Santiago de Chile. Nació en 1536 en Almagro, Ciudad Real, La Mancha,
España. Hijo de Carlos Her-nando Molina Villarreal y de
Elvira Herrera. Casado con Francisca Gómez-Pajuelo Parraguez.-Padre de Hernando
(1572).(médico); Juan,1583;(Corregidor); Luis (1590), (sacerdote);
Francisco,(1594) ; Úrsula; Isabel; Melchora, y Jerónima. Falleció (67) en 1603 en Santiago de Chile.
En el libro “VALPARAÍSO, ADUANA,
COMERCIO.” de Freddy
Lemus L. 1970) se puede leer lo siguiente: “ De nue-vo
el puerto es testigo con Oliverio van Noort,quien el 28 de marzo de 1600 entró
al surgidero, hallando tres barcos, uno de ellos “Los Picos” de 160 toneladas,
después de saquearlos los quemó. No obstante el ca-pitán Jerónimo Molina
Parraguez, que ya tenía experiencia luchando contra piratas,
salió de la capital con un escuadrón de caballería y apresó al navío “Felinote”
que se encontraba anclado en la bahía. La batería del castillo de San Antonio,
no abrió fuego”. (pags. 23 -24).
(2).-JUAN GARCÍA DEL PULGAR;
(3).-FRANCISCO LUIS RECALDE;;
(4).-PEDRO DE RECALDE ARRANDOLAZA.Nació en 1569 en Villa Azcoitia.Guipuzcoa.España.Hijo
de Antonio Arrandolaza Zabaleta y de Ana María Martínez de Recal-de. Casado con MARÍA NÚÑEZ
DE FONSECA DE SILVA Hijos: Pedro (1621); Antonio (1623) Ana Francisca (1625), y Lorenzo (1629).
En el mismo texto de Freddy
Lemus, encontramos la siguiente nota: “El último
corsario que atacó a Valparaíso fue
Joris van Spilber gen en 1615.El almirante holandés solamente encontró un
buque: el “San Agustín”, que el
corregidor Pedro de Recalde, quien estaba en-cargado de la defensa del puerto,
ordenó encallar e incendiar a fin de que
no cayera en manos de los corsarios…….Spilbergen desembarcó con 200 hombres,
trabándose entre ellos y la guarnición comandada por Recalde, en un reñido
combate cuyo resultado terminó en la reti-rada de los asaltantes. La flotilla
compuesta de los buques “Gran Lu-na ” , “Eolo” y “Estrella Matinal”, hizo velas
con rumbo a Quintero.
(.-(pags. 24-25).
(5).-JERÓNIMO DE NÚÑEZ;
(6).-JUAN DE QUIROGA;
(7).-ALVAR SÁNCHEZ DE AMAYA;
(8).-CATALINA NÚÑEZ DE ESTRADA.
En 1606, Lorenzo
Núñez obtuvo 4.000 cuadras en Rapel, siendo las más extensas que se otorgaron
en Chile y consta en los archivos notariales. Prácticamente fue dueño de
toda la costa de Rapel
El historiador CARLOS
VALENZUELA SOLÍS DE OVANDO, en su
libro “HISTORIA DE COLCHAGUA”,escribe lo siguiente:
“Jerónimo de Molina, industrial de ingente fortuna que ha-bía sido Capitán y Corregidor en Santiago, en
1602 pidió y obtuvo mil cuadras en Pucalán, tierras que pese a ser de
“rulo”, se presta-ban admirablemente para la crianza de cabras y ovejas, que
pos-teriormente eran sacrificadas y transformadas en cecinas, carnes sa-ladas (charqui) ,cueros y
cordobanes(cordones) (pieles o cueros de cabras utilizados como materia prima
para la confección de calzado y envases para transportar agua o vino), ya que
su comercio se fun-damentaba en la exportación de esas materias),las que
exportaba desde Valparaíso hacia el Perú”.
La posesión de Pucalán le permitía este comercio a
través del llamado “camino de los
costinos”, que partiendo de Bucalemu
(balneario costero de la actual Sex-ta Región, ubicado a 34 kms. al sur de
Pichilemu), pasaba por Rosario de lo Solís (hoy Litueche) ;(San Vicente de)
Pucalán; Rapel; Bucalemu;; Santo Domingo, Llolleo, Malvilla, Casablanca, para
llegar a Valparaíso.
Según algunos historiadores,
el viaje de ida y regre so demoraba 43 días (un animal no podía avanzar más de
20 kms. por día).
Este largo recorrido del “camino de los costinos” era
constantemente transitado por recuas de mulas que llevaban cargas de cuero,
cebo y otros productos de exportación. El uso de estas mulas se hizo tan
común,que Chile terminó exportando gran cantidad de ellas a Bolivia para que
bajaran los minerales desde Potosí hacia Arica.
Estas tropillas de mulas eran más prácticas para
largas distancias y eran compuestas, normalmente, por 12 bestias que llevaban una yegua punteadora
portando un cencerro colgando del cuello cuyo sonido orientaba y guiaba al
resto. Era impresionante ver estas hileras de mulas una detrás de otra
siguiendo su camino como una fila de hormigas que cargan grandes pesos.”(Carlos Valenzuela Solís de
Ovando).
Otra propietaria
de tierras en esta zona fue
doña Marta Verdugo, quien juntó
21 títulos en Rapel, Topocal-ma
,Pucalán y otras localidades.
El capitán LORENZO NÚÑEZ DE SILVA, había obte-nido
cinco mercedes de tierra y compró otras 10 juntando en total 14.000 cuadras que
comprendían todas las tierras de Rapel,Topocalma, Pucalán, Pailemu y
Coyapiuquén.
Una hermana de Lorenzo Núñez de Silva obtuvo 1.500 cuadras en la localidad de Rapel.
A fines del
siglo XVI y principios del XVII, la apari-ción de plata en las minas de Potosí,
transformó la econo-mía del cono sur de América: el Virreinato del Perú, con-vertido
en un gran productor de metales preciosos. La de-manda de Perú que trató de
cubrir Chile, consistía en ali-mentos como ce-reales y frutas secas, vino y
aguardiente, pero principalmente fueron los productos de la ganadería los
favorecidos: cueros, vellones, sebo, cordobanes y char-qui. “A los propietarios solo les interesaban los
cueros y el sebo, la carne solo, lo que podían salar y hacer charqui, el resto
era quemado para que no se descompusiera”.
El padre jesuita, Diego de Rosales cuenta que los chi lenos
“hacen grandes matanzas de vacas, carneros,ovejas
y cabras, por el pellejo de éstos para
los cordobanes, y por el sebo de los otros, dejando infinitas vacas, ovejas y
car-neros muertos en la campiña, sin aprovechar la carne, sa-ando sólo algunas
pocas y quemando lo demás o dejando-la podrir, sacando solo el sebo y la
grasa”.
Chile
exportó cordobanes y la industria del cuero fue durante todo el siglo una
industria en alza. Las cur-tiembres aparecieron por todas partes y cada
hacienda, villa o lugar, estaba lleno de pequeños establecimientos en los
cuales se procesaba el cuero para convertirlo en cor-dobanes, badanas y suelas
Los cueros
componían el más importante rubro de exportación. Se usaban para confeccionar
monturas, cal-zado, bridas, arneses, talegas, petacas,Los cueros se expor taban
pelados o curtidos, como suela o badana según fue- ran de vacuno de ovejas,
sólo los de cabras, que eran del-gados y
flexibles se llamaban cordobanes. Los pellones eran usados como alfombras
o frazada, para defenderse del frío del
invierno. El charqui constituía el alimento fun-damental en los distritos
mineros alejados de las regiones agrícolas y con escasa fertilidad en sus
suelos”
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